Obra: El día que lloraron nuestra Madre y el Cielo
(Homenaje a la Virgen del Socorro de Valencia)
Autor: AlejandrinaUB (Alejandrina Uribe-Betancourt)
Medidas: 150 x 120 cts.
Técnica: Mixta: Acrílico, creyón y tela sobre lienzo
Fecha: 13 de abril de 2009
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Virgen del Socorro de Valencia
(Foto: Aníbal Soteldo)
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En el año 2007 tuve la oportunidad de cubrir (como periodista), una primera exposición que se hizo en homenaje a la Virgen del Socorro, patrona de Valencia Venezuela. En ese entonces yo nunca había pintado a la Madre de Dios, pero era algo que deseaba muy dentro de mí y más cuando yo vi, esta primera exposición realizada en el Museo Quinta La Isabela donde los
artistas interpretaron a esta Virgen desde su particular perspectiva.
En diciembre de 2008 recibí la invitación a participar en la segunda edición de esta exposición por parte de Pedro Douhai Toledo, quien tras ver mi cuadro “Niña Inmaculada con rosas y querubines” me invitó a llevar una obra.
Fue así como surgió este reto de pintar este cuadro que representa a la Madre de Dios en su faceta más triste, la de una Virgen Dolorosa a quien le han matado a su hijo. Fui varias veces a la Catedral de Valencia, donde está expuesta su imagen a orar a ella, estudiar su rostro y pedir guía Divina para hacer una Virgen triste pero no tan dramática que asustara, y muy a mi manera, y dentro de mi inclinación de artista popular.
Es así como surge este cuadro en el cual la represento con sus iconos tradicionales el vestido negro y la media luna, y en vez de la corona de flores en sus manos coloqué un corazón de rosas que se va desgajando, producto del dolor.
En el corazón coloqué 11 clavos de acero, porque pienso que nuestra Madre debió haber sentido como si le hubiesen clavado el corazón el día que murió su hijo.
Al extremo superior derecho se ven a lo lejos, las tres cruces del calvario. En la del centro un corazón sangrante representa a Jesús y otro clavo de acero atraviesa este corazón que se va desangrando al igual que el corazón de la Virgen, cuyas gotas de sangre son los pétalos de las rosas al caer.
En la media luna, decidí colocar los rostros de tres querubines llorando. Pues la muerte de nuestro Redentor, fue dolor en el cielo y en la tierra.
A la final, María la Madre de Dios, es la Virgen amorosa que sostiene al niño en brazos, y es también la madre adolorida que viene del calvario donde han matado injustamente a su hijo. Comprender este lado de Ella, me hace respetarla, porque creo este es el dolor más grande para una madre.
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Detalle de los clavos de acero |
Finalmente, debo decir que mi debut como artista plástica en una exposición fue el domingo 13 de noviembre de 2005, día de la Virgen del Socorro de Valencia. Ese día me levanté temprano y fui a la primera misa en la Catedral en honor a ella, para pedirle a la Virgen que me fuera bien en mi primera exposición y que mi mamá fuera. Pues no tenía la certeza que ella asistiera. Mi mamá fue a la exposición y ésta fue un éxito. En cambio, mi papá que era seguro iría no fue, pues poco antes de salir de la casa dijo que se sentía agotado y prefería ir otro día, y no al brindis inaugural. Aunque me dolió yo lo asumí como algo normal para alguien de su edad, y pensé que luego lo llevaría a ver los cuadros expuestos. Pero. La vida tuvo otros planes, justo 10 días después el 23 de noviembre de 2005, mi papá falleció de un infarto de forma sorpresiva.
Mi padre, José Alejandro Uribe Uribe nunca vio ningún cuadro mío expuesto al público, pero sí me vio mientras creaba mis primeras obras “Las alegorías marinas”, (serie de varios dibujos con la cual debuté en esta exposición). En tal sentido, estoy tranquila.
Para concluir debo decir, que cuando en el 2009 participé con este cuadro en la II Exposición colectiva en homenaje a la Virgen del Socorro, recordé en La Quinta La Isabella cuando dos años antes, yo había estado ahí como periodista para escribir sobre esta exposición y dentro de mi corazón surgió el deseo de pintar a esta Virgen. Por ende, yo estaba feliz había cristalizado un sueño.
La señora Lucero, una amiga de mi mamá que nos acompañó a mi mamá y a mí, al brindis inaugural de la exposición y quien conoció en vida a mi papá, por un momento mientras veía mi cuadro se quedó callada y luego nos dijo a mi mamá y mi: “Alejandrina tú papá esta aquí, yo acabo de sentir su presencia, el señor Uribe está acá con nostras en esta exposición”. Ella me mostró su piel erizada como gallina.
Debo aclarar que esta señora, no es ninguna hechicera ni nada parecido. Al contrario es una mujer muy católica y seria, yo me sorprendí, y entendí la señal y no la dudo, sé que mi papá estaba ahí, como sé que a la par que aún lloro su ausencia en el plano físico, en el plano espiritual él está conmigo y comparte mis alegrías.
Este cuadro, luego fue subastado y mi mayor satisfacción es que lo compró un amigo Juan Carlos Angola, como regalo a su señora madre, y le pidió a mi padrino Mons. Reinaldo Del Prette que bendijera esta obra, que el iba a regalar a su mamá, quien también fue una dama de gran devoción cristiana.
En fin, me alegra que este cuadro esté en manos de gente amiga, de gente nacida en Valencia, una ciudad a la que le debo grandes satisfacciones entre ellas el honor de pintar a su Virgen, de haber debutado con mi primera exposición el día de esta Virgen el 13 de noviembre de 2005.
Por otra parte, saber que la mamá de Juan Carlos tuvo este cuadro, y ella oraba a él con fervor y le dio gran alegría, me plena de más satisfacción, saber que La Virgen aunque llora nos da consuelo y nos acompaña. Saber que esta pintura está en manos de gente piadosa y con fe, es mi mayor satisfacción. Dios y La Virgen los bendiga!
Gracias a ti Virgen querida, gracias Madrecita por tus favores celestiales.
AlejandrinaUB